Sensores de humedad
Permiten al sistema HVAC controlar la sensación térmica y evitar ambientes demasiado secos o húmedos, ajustando el funcionamiento de equipos como humidificadores o deshumidificadores cuando corresponde.
Su función principal es detectar la presencia de vapor de agua en el aire o en un determinado material, proporcionando información valiosa sobre las condiciones ambientales.
Sensores de calidad del aire (CO₂ y VOC)
Miden la concentración de dióxido de carbono (CO₂) y compuestos orgánicos volátiles (VOC) u otros contaminantes. Un nivel elevado de CO₂, por ejemplo, indica acumulación de aire viciado por ocupación humana, señal para incrementar la ventilación.
Asimismo, sensores de VOC pueden alertar de la presencia de olores o contaminantes, ayudando a mantener una buena calidad de aire interior.
Dispositivos de modulación y actuadores eficientes
La inteligencia del control HVAC se materializa a través de actuadores y dispositivos de modulación que ajustan físicamente el flujo de aire, agua o energía térmica suministrada.
En hoteles modernos se emplean equipos capaces de variar los parámetros de funcionamiento de forma continua o por etapas, a diferencia de simplemente encender/apagar, lo que mejora enormemente la eficiencia.
Variadores de frecuencia (VFD) en motores eléctrico
Muchos componentes HVAC (ventiladores de manejadoras de aire, bombas de agua helada o caliente, compresores, extractores, etc.) usan motores eléctricos.
Al incorporar variadores de frecuencia, se puede ajustar la velocidad de rotación del motor según la demanda real. Esto permite, por ejemplo, que un ventilador funcione más lento cuando sólo se necesita un 50% de caudal de aire, ahorrando gran cantidad de energía.
En un sistema de volumen de aire variable (VAV), el VFD del ventilador principal reduce automáticamente su velocidad conforme las distintas cajas VAV cierran sus compuertas, de modo que el caudal total decrece y el consumo eléctrico baja drásticamente.
Los VFD se integran fácilmente al sistema de control digital del edificio y ofrecen un control fiable y eficiente del motor, resultando en ahorro energético, menor desgaste mecánico y un funcionamiento más silencioso.
Cajas VAV inteligentes
En los sistemas de aire acondicionado centralizado, las unidades terminales conocidas como cajas de volumen de aire variable (VAV, por sus siglas en inglés) regulan la cantidad de aire que ingresa a cada zona (por ejemplo, por piso o habitación) desde el conducto principal. Estas cajas disponen de una compuerta motorizada modulante (damper) y usualmente integran sensores de temperatura y presencia, que monitorean continuamente las condiciones del área que controlan.
Cuando hablamos de cajas VAV inteligentes, nos referimos a que cuentan con un controlador digital programable conectado al sistema de gestión del edificio (BMS). Este controlador ajusta automáticamente la apertura de la compuerta para mantener la temperatura deseada en cada zona.
Si una habitación requiere mayor enfriamiento, la compuerta abre más, aumentando el caudal de aire frío. Por el contrario, cuando la zona se acerca a la temperatura establecida, la compuerta reduce el flujo al mínimo necesario.
Adicionalmente, muchas cajas VAV en hoteles incluyen resistencias eléctricas o serpentines de recalentamiento (reheating) para templar el aire en zonas que necesitan calefacción adicional, modulando de manera coordinada la temperatura del aire suministrado.
Este sistema de control distribuido por zonas permite reducir significativamente el consumo energético, generando edificios con sistemas de aire acondicionado altamente eficientes.
Válvulas modulantes
Regulan de forma continua el flujo de fluidos térmicos, como agua helada, agua caliente o vapor, que circulan por las tuberías hacia intercambiadores de calor (serpentines de aire acondicionado, radiadores, fan coils, etc.).
A diferencia de una válvula de dos posiciones (abierto/cerrado), una válvula modulante con actuador proporcional puede abrirse, por ejemplo, al 30%, 50% o cualquier grado necesario para entregar exactamente la cantidad de calor o frío requerida en cada momento.
Esto posibilita un control muy preciso de la temperatura ambiente. Con estas válvulas, cada habitación de hotel con un fan-coil, por ejemplo, puede recibir solo el flujo necesario de agua fría/caliente, evitando sobre caudales y mejorando la estabilidad del control.
Supervisión remota y en la nube
Estos servicios permiten realizar análisis avanzados de los datos obtenidos, aplicar técnicas de inteligencia artificial para detectar patrones de consumo y facilitar la supervisión remota desde cualquier ubicación.
Por ejemplo, un técnico o responsable de mantenimiento puede acceder mediante internet a los datos sobre el rendimiento energético del sistema HVAC del hotel, además de recibir alertas automáticas cuando algún equipo presenta un funcionamiento irregular o fuera de sus rangos normales.
Adicionalmente, la nube facilita almacenar grandes cantidades de datos históricos, que luego pueden analizarse en detalle para descubrir tendencias útiles, tales como pisos o áreas específicas que consumen más energía de lo habitual. Esto ayuda al equipo de mantenimiento a identificar problemas potenciales y tomar decisiones informadas para ajustar o mejorar el rendimiento del sistema.
La convergencia de sensores IoT, control automatizado avanzado, actuadores modulantes y técnicas de inteligencia artificial ha revolucionado la gestión de HVAC en hoteles modernos.
Hoy en día un hotel inteligente:
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Entiende cuándo y dónde necesita climatización.
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Decide la mejor forma de proporcionarla eficientemente
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Interactúa con otros sistemas (desde la reserva de una habitación) para afinar su funcionamiento.
Todo esto, invisiblemente para el huésped, quien simplemente disfruta de una habitación cómoda al llegar.
Desde el punto de vista técnico, se han implementado sistemas distribuidos robustos con control en tiempo real y analítica predictiva que maximizan la eficiencia energética sin sacrificar el confort.
En un mundo de costos energéticos en alza y compromiso con la sostenibilidad, estas tecnologías inteligentes de HVAC permiten a los hoteles reducir su huella de carbono y costos operativos, a la vez que ofrecen experiencias de alto nivel a sus visitantes.