¿Qué vas a encontrar en este artículo?
- Tipos de mantenimiento preventivo en equipos biomédicos
- Recomendaciones para elaborar un programa de mantenimiento de equipos biomédicos
El mantenimiento en hospitales y centros de salud es una tarea especialmente importante, ya que cualquier falla o parada de los equipos no solo significa una pérdida de dinero para la empresa, sino que puede afectar a la vida de los pacientes. Por tanto, los prestadores de servicios de salud deben invertir su tiempo y recursos en elaborar una estrategia de mantenimiento eficaz.
En las instalaciones sanitarias podemos encontrar cientos e incluso miles de activos. Entre todos ellos, destaca la importancia de los equipos médicos especializados que se utilizan tanto para el tratamiento de diversas complicaciones médicas, como para la prevención de enfermedades y problemas de salud.
Por tanto, es evidente que el equipamiento de un hospital es de suma importancia, ya que con él se monitorean a los pacientes y se logran obtener óptimos resultados para tratarlos de la manera adecuada. El mantenimiento de los equipos de centros sanitarios como los aparatos de electrocirugía, endoscopia o ecografía, entre otros, pretende prevenir riesgos y fallos en su funcionamiento.
Además, un mantenimiento adecuado permite no solo que los equipos médicos respondan ante situaciones de emergencias médicas, puedan prevenir resultados erróneos o proteger a los pacientes, sino que también alarga la vida útil de los equipamientos.
Tipos de mantenimiento preventivo en equipos médicos
El mantenimiento preventivo es un proceso que tiene como objetivo mantener en buenas condiciones y funcionamiento los equipos o instrumentos que se utilizan en hospitales y centros de salud para evitar fallas y paradas inesperadas. Para ello, el programa de mantenimiento preventivo consiste en la ejecución de actividades periódicas como revisiones semanales, diarias, cambio de accesorios, repuestos o componentes que permita el correcto y eficiente manejo de los dispositivos médicos, etc. Especialmente importante es el estudio de las siguientes variables:
- Calibración: consiste en realizar un balance de los resultados obtenidos de un equipo y su comparación con los estándares internacionales o normativos.
- Inspección: se hace un examen detallado de forma visual a través de herramientas de medición con componentes óptimos que comprueban el estado de funcionamiento de los equipos, sus características y condiciones técnicas.
- Pruebas de operatividad: inspecciones visuales e integrales, siguiendo distintas normas y procedimientos establecidos por instituciones y organismos dedicados a la reglamentación y calidad de los equipos médicos para verificar la eficiencia y seguridad de los mismos.
- Limpieza: eliminación de elementos extraños o nocivos en la estructura de los dispositivos como ecógrafos, rayos x, aparatos de monitoreo y soporte vital, equipo de diagnóstico, etc.
- Lubricación: ayuda a reducir la fricción y el desgaste en las diferentes partes y piezas de los equipos médicos.
- Pruebas de funcionamiento: para determinar si el funcionamiento se adecúa a las características de rendimiento y seguridad de fabricación. Los equipos que no cumplan con este requisito se consideran no aptos para la prestación del servicio.
El procedimiento general de las rutinas de mantenimiento preventivo de equipos médicos es fundamental, ya que reduce costes, mejora la calidad del servicio de salud al paciente y hace que las instalaciones san&itarias destaquen por la calidad de su infraestructura.
Recomendaciones para elaborar un programa de mantenimiento de equipos biomédicos
A la hora de planificar el mantenimiento de equipos biomédicos se deben tener en cuenta tres aspectos fundamentales: el inventario, la metodología y los recursos. El inventario es el registro de todos los dispositivos médicos disponibles en las instalaciones sanitarias. Esta información es fundamental para establecer las pautas a seguir durante la planificación. Por ejemplo, si se trata de dispositivos muy complejos, como la reparación de un sistema de resonancia magnética, el protocolo de mantenimiento de equipos médicos involucrará gran cantidad de recursos financieros, materiales y humanos. En definitiva, un inventario bien formulado y actualizado permite definir el presupuesto y los protocolos para cada equipo.
En segundo lugar, hay que elegir la metodología del mantenimiento que se va a seguir. Para ello, deben considerarse los dos tipos de mantenimiento más importantes existentes: el preventivo y el correctivo. El protocolo de mantenimiento preventivo de equipos médicos busca evitar las fallas por medio de tareas rutinarias y pequeñas, y el correctivo actúa cuando el preventivo ha fallado.
Por último, deben considerarse los recursos del hospital o centro de salud. No solo en lo que se refiere al capital y presupuesto, sino también a los recursos materiales y humanos disponibles. Con las necesidades definidas, podremos evaluar los recursos actuales y los que hacen falta para alcanzar los objetivos.
Una vez que hayas realizado la planificación del mantenimiento es fundamental gestionarlo de forma eficaz. Por tanto, debes considerar la gestión financiera que incluye el control de costes y presupuesto; la gestión del personal vinculado con el mantenimiento (asignar tareas, supervisar proveedores externos, proporcionar capacitación, etc.); el registro de las operaciones de mantenimiento diarias que incluye la información sobre los detalles de cada activo; y la mejora del desempeño para identificar oportunidades y prácticas óptimas.
Como hemos visto, la gestión del mantenimiento de equipos médicos es una tarea compleja. Para poder realizarla, debes utilizar todas las herramientas disponibles en la actualidad. En la era de la Industria 5.0, los avances tecnológicos nos proporcionan una gran cantidad de información y datos que podemos gestionar para facilitar esta tarea.
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