Esta semana, en Voces del Mantenimiento, hablamos con Antonio Rodríguez Vallejo, director de mantenimiento de The Fini Company, una de las marcas más reconocidas de confitería en Europa y líder del sector en España. Con una trayectoria sólida en mantenimiento industrial, Antonio nos cuenta cómo ha impulsado la transformación tecnológica y cultural de su equipo en una empresa con más de 50 años de historia.
Toda una trayectoria profesional en alimentación
“Comencé en el sector del packaging metálico, luego en Auxiliar Conservera, donde pasé por distintos departamentos. Eso me dio una visión integral de la empresa y fortaleció mis capacidades de liderazgo”, nos explica Antonio. Tras una década en esa industria, dio el salto al sector de la alimentación como responsable de mantenimiento e ingeniería en una empresa exportadora de limón. Allí implantó un sistema GMAO y desarrolló desde cero los circuitos de gestión de trabajo y solicitudes.
Ese aprendizaje le serviría más adelante para asumir la dirección de mantenimiento en Fini, donde hoy lidera un equipo de 96 personas y trabaja para garantizar eficiencia, seguridad y sostenibilidad operativa en todas las instalaciones.
Las exigencias del mantenimiento en la industria alimentaria
“El mantenimiento en alimentación es mucho más que reparar averías. Tienes que cumplir normativas como IFS, BRC o ISO 22000, minimizar riesgos de contaminación y documentar todo para estar siempre listo para una auditoría”, afirma. Además, en Fini trabajan 24/7, lo que reduce los márgenes para intervenir. “Todo esto hace que el mantenimiento en el sector alimentario no solo sea una función técnica, sino también estratégica, con un fuerte componente de prevención, digitalización y cultura de mejora continua.”
Antonio destaca que, en este sector, el mantenimiento es tanto una cuestión técnica como estratégica: afecta a la calidad, la reputación y el cumplimiento normativo de la empresa.
Rol, estrategia y liderazgo
“Como director de mantenimiento, mis principales responsabilidades giran en torno a tres grandes ejes: la gestión estratégica del departamento, el control económico y la implementación de políticas que garanticen un entorno de trabajo seguro, eficiente y orientado a la mejora continua.”
En el plano estratégico, Antonio se encarga de “definir los objetivos del área alineados con la visión global de la compañía, asegurando que el mantenimiento no sea solo una función reactiva, sino un pilar clave en la sostenibilidad operativa y la innovación.” Eso incluye desde la planificación de inversiones hasta la evaluación de indicadores clave como disponibilidad, MTTR, MTBF o cumplimiento de planes preventivos.
También gestiona el presupuesto del área, buscando siempre “el equilibrio entre coste y fiabilidad.” Para ello, se apoya en herramientas como el GMAO, Power BI y el ERP para la toma de decisiones basada en datos.
Por último, destaca su responsabilidad como líder de equipo: “mi labor también consiste en asegurar que mi equipo cuente con todos los medios necesarios para desarrollar su trabajo de forma segura, motivada y eficiente.”
Escasez de técnicos: una oportunidad para transformar
Uno de los principales retos a los que se enfrenta Antonio en su puesto es la falta de técnicos cualificados de campo. Para afrontarlo, Antonio ha impulsado colaboraciones con institutos y centros de formación profesional. Junto a ellos, están desarrollando programas formativos específicos, adaptados a nuestras tecnologías, procesos y necesidades reales
Además, fomenta la promoción interna desde producción hacia mantenimiento: “Nos permite cubrir vacantes con gente que ya conoce nuestros procesos y les ofrecemos una verdadera oportunidad de desarrollo personal y profesional.”
Esta estrategia está dando sus frutos: equipos más cohesionados, preparados y motivados para responder a los retos actuales del mantenimiento.
Tecnología, datos y mantenimiento predictivo
Fini está apostando por un modelo de mantenimiento cada vez más conectado y basado en datos. Actualmente, utilizan un GMAO, Power BI y están implantando soluciones predictivas basadas en IoT e inteligencia artificial.
“Actualmente, esta tecnología está 100% operativa en nuestra planta de Brasil, donde ya estamos viendo resultados muy positivos en la detección temprana de fallos y la reducción de paradas no planificadas. En España, estamos dando los primeros pasos en su implantación, explorando cómo la IA puede ayudarnos a anticipar problemas antes de que ocurran y optimizar aún más nuestros recursos.”
El objetivo es claro: convertir el mantenimiento en un sistema inteligente que anticipe los fallos, mejore la fiabilidad y facilite las labores al equipo.
Cambiar una cultura de 50 años en 3
Antonio lidera un proyecto de transformación integral: pasar de un modelo reactivo tradicional a uno moderno, digitalizado y predictivo. Y hacerlo rápido. “Lo que en otras empresas lleva décadas, nosotros lo estamos abordando en 3 o 4 años.”
Este cambio va más allá de la tecnología. Supone implicar a producción a través del TPM, fomentar el sentido de propiedad sobre los activos y revisar todos los planes de mantenimiento preventivo para transformarlos en tareas en marcha. “Este proceso de transformación no solo implica tecnología, sino también un cambio profundo en la cultura de trabajo.”
Además de GMAO y Power BI, trabajan con sensórica avanzada y tecnologías como análisis de vibraciones, ultrasonidos, termografía e IA para evolucionar hacia un mantenimiento más eficiente y resiliente. “Estamos desarrollando un proyecto de mejora de planes de mantenimiento preventivo, con el objetivo de revisar todas las tareas que actualmente se realizan en parada y transformarlas, siempre que sea posible, en tareas en marcha.”
Con una visión clara, un equipo comprometido y una estrategia basada en tecnología y personas, Antonio y su equipo en Fini están construyendo un futuro brillante para el mantenimiento industrial.
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