Christian Struve: “La IA no reemplaza personas, las potencia”

”Escuchar la versión de audio”
8:43

El CEO y cofundador de Fracttal explica cómo la inteligencia artificial está transformando la cultura organizacional y redefiniendo el papel del mantenimiento en las empresas. 

En un contexto en el que la digitalización y la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo la forma en que las organizaciones operan, la cultura corporativa se convierte en un factor decisivo para la adaptación. Conversamos con Christian Struve, CEO de Fracttal, sobre el impacto de la IA en la gestión del mantenimiento, el liderazgo y la cultura organizacional. 

 

¿Cómo ocurre un proceso de formación de la cultura organizacional en una empresa? ¿Cuáles son los principales factores que la componen? 

La cultura organizacional no se diseña en un PowerPoint, se construye todos los días con las decisiones que tomas, los valores que premias y el ejemplo que da el liderazgo. Para mí empieza siempre con tener muy clara la visión y los valores: son la brújula. En Fracttal, desde el primer día, sabíamos que queríamos ser una compañía innovadora, sostenible y profundamente comprometida con nuestros clientes y con nuestro equipo. 

Después viene el factor humano: elegir personas que realmente encajen con esos valores y darles un entorno donde puedan vivirlos y potenciarlos. La comunicación abierta, la transparencia y la coherencia del liderazgo son claves. Si tú no encarnas lo que predicas, la cultura nunca cuaja. 

En nuestro caso, hemos fomentado una cultura colaborativa, ágil y orientada a resultados, donde la autonomía y la innovación no solo se permiten, se esperan. Siempre repetimos “show, don’t tell”: no se trata de prometer, sino de ejecutar y demostrar valor desde el primer día. Eso define quiénes somos y cómo trabajamos. 

 

¿De qué manera puede considerarse la inteligencia artificial un agente de transformación dentro de una organización? 

La IA no es solo una herramienta, es un cambio de paradigma. Automatiza procesos rutinarios, convierte datos masivos en decisiones inteligentes y revela patrones que antes eran invisibles. El impacto real es que las compañías pueden operar con más eficiencia, ofrecer experiencias mucho más personalizadas y liberar a sus equipos de tareas repetitivas para que se concentren en generar valor. 

En nuestro caso, la IA ya está ayudando a que las empresas pasen del mantenimiento reactivo al predictivo, anticipando fallas y tomando decisiones automáticas que antes parecían ciencia ficción. En resumen: la IA no reemplaza personas, potencia a las organizaciones para que piensen y actúen en otra dimensión. 

 

¿Qué aspectos de la cultura organizacional se ven más impactados con la adopción de la IA? 

La adopción de IA no solo cambia procesos, cambia la forma de pensar de la organización. El impacto más evidente es la transición hacia una cultura verdaderamente data-driven: las decisiones se apoyan en análisis objetivos y eso impulsa valores como la transparencia y la meritocracia. Ya no se trata solo de jerarquías o intuiciones, el conocimiento se democratiza porque la información está al alcance de todos. 

El otro gran impacto es la actitud frente al cambio. La IA genera resistencia al principio, pero las organizaciones que convierten esa inquietud en curiosidad son las que más rápido avanzan. En Fracttal, nuestro reto ha sido enseñar que la IA no viene a sustituir, sino a potenciar a cada persona para hacer su trabajo con más impacto. 

Al final, la transformación digital es, sobre todo, una transformación cultural. 

 

¿Es posible medir la transformación cultural causada por la IA? 

Sí, se puede medir. La transformación cultural que genera la IA no es intangible: se refleja en indicadores muy concretos. Por ejemplo, la tasa de adopción tecnológica, el número de proyectos piloto que pasan a ser parte del core del negocio o la reducción de errores y tiempos de inactividad. 

También hay métricas más humanas: el nivel de engagement, la satisfacción interna o la velocidad con la que se toman decisiones. En Fracttal lo vemos cuando nuestros clientes logran pasar de reaccionar a los problemas a anticiparlos. Esa capacidad de anticipación no solo es eficiencia, es evidencia de un cambio cultural profundo. 

 

 

En cuanto a la cultura de mantenimiento, ¿cuáles son los principales beneficios de la IA? 

Con Fracttal AI y nuestros agentes inteligentes estamos llevando el mantenimiento a otro nivel: de reaccionar a los problemas a anticiparlos e incluso resolverlos de forma autónoma. Con IA podemos analizar patrones de rendimiento, prever fallas antes de que ocurran e intervenir en el momento justo. 

En muchos casos vemos reducciones del 30 al 50 % en tiempos de inactividad, extensión de la vida útil de activos hasta un 20 % y recortes de costes de mantenimiento entre 15 y 30 %. 
El verdadero cambio cultural es que el mantenimiento deja de ser un “centro de costos” para convertirse en un aliado estratégico del negocio. 

 

¿Cómo impacta la IA en las competencias tradicionales de los equipos de mantenimiento? 

La IA no reemplaza las competencias tradicionales, las potencia. A las habilidades técnicas de siempre se suman competencias digitales y analíticas. Los equipos dejan de invertir tiempo en tareas repetitivas y se enfocan en planificación, análisis y mejora continua. 

El técnico se convierte en un gestor estratégico de activos, capaz de tomar decisiones basadas en datos y aportar un valor mucho mayor al negocio. Con Fracttal AI lo vemos a diario: la IA libera a las personas para que dejen de “apagar incendios” y pasen a construir operaciones más resilientes y eficientes. 

 

¿De qué manera puede alinearse la cultura de mantenimiento basada en IA con los valores corporativos? 

La IA no solo se alinea con los valores de una empresa, los potencia. 

  • Seguridad: anticipa riesgos antes de que se conviertan en accidentes. 
  • Sostenibilidad: alarga la vida de los activos y reduce el desperdicio. 
  • Confiabilidad: asegura continuidad operativa en entornos donde detenerse no es opción. 

Un ejemplo es el Estadio Maracaná en Brasil, donde Fracttal colabora en el mantenimiento inteligente: la IA garantiza la seguridad y confiabilidad necesarias para operar eventos masivos sin interrupciones. 

 

¿Cuál es el papel de los líderes ante las tecnologías emergentes? 

El papel de los líderes es decisivo. Son quienes marcan la visión, explican el propósito y traducen la tecnología en estrategia. Cuando el equipo entiende el “por qué”, la adopción deja de ser una imposición y se convierte en una oportunidad. 

En Fracttal siempre digo que la cultura no se decreta, se modela. Si el liderazgo no se transforma primero, la organización tampoco lo hará. 

 

 

¿La IA puede generar deshumanización en el trabajo? 

Es una preocupación válida, pero no inevitable. Bien implementada, la IA puede re-humanizar el trabajo: libera a las personas de tareas repetitivas y las enfoca en lo que solo los humanos sabemos hacer: crear, resolver, conectar. 

En Fracttal lo vemos todos los días: cuando un técnico deja de reaccionar a las averías y empieza a innovar, el trabajo gana sentido y valor humano. 

 

¿Cómo integrar la IA de forma ética y responsable? 

La IA debe regirse por principios claros: 

  1. Supervisión humana y responsabilidad. 
  2. Equidad y ausencia de sesgos. 
  3. Transparencia y explicabilidad. 
  4. Privacidad y seguridad de los datos. 
  5. Beneficio y bienestar social. 

No podemos dejarnos deslumbrar solo por la eficiencia. La IA debe estar al servicio de las personas, no al revés. 

 

¿Qué papel tiene Fracttal en la transformación cultural de las empresas? 

En Fracttal somos habilitadores del cambio. Acompañamos a las organizaciones en su transición hacia una gestión de activos inteligente y digital. Lo hacemos con una plataforma 100 % nube, móvil y con IA integrada, pero también con capacitación, workshops y casos de éxito reales. 

No entregamos solo tecnología, entregamos un cambio de mentalidad. Empoderamos a las empresas para trabajar de forma más eficiente, sostenible y estratégica. 

 

¿Qué podemos esperar del futuro? 

El futuro será colaborativo y predictivo. La IA estará integrada en todos los procesos, y las empresas que lideren serán las que logren combinar tecnología con talento humano. 

En Fracttal ya trabajamos hacia ese escenario: el mantenimiento autónomo, donde los sistemas anticipan, deciden y ejecutan en tiempo real, y las personas dirigen con visión estratégica.