En el sector del facility management, pocas compañías han vivido un crecimiento tan constante y sostenido como JV Facility Services. Lo que hoy es una empresa con entre 400 y 500 empleados nació —literalmente— de cero, con una idea sencilla y ambiciosa a la vez: dignificar un sector tradicionalmente invisible y ofrecer un servicio mejor del que existía en el mercado.
Su director general, José Vicente Villaverde, nos abre las puertas de esa historia, marcada por el esfuerzo, la agilidad y una visión profundamente humana del liderazgo.
Los inicios: una aventura sin experiencia (y sin garantías)
“El gran error nuestro fue ese: no conocíamos el sector”, recuerda Villaverde con honestidad. JV Facility Services nació en 2004, fundada por él y su padre, Pepe. No venían del mundo del facility, ni de la limpieza profesional, ni de la gestión de servicios externos. Pero sí conocían algo esencial: la oportunidad de hacer las cosas de otra manera.
“Habíamos estado conociendo el sector y vimos que había una necesidad importante de ofrecer un servicio más excelente de lo que estábamos viendo en otras empresas”, explica. Aquella falta de experiencia fue, paradójicamente, el motor que les obligó a aprender rápido, equivocarse, corregir y volver a intentar. “A día de hoy seguimos aprendiendo”.
Ese espíritu es hoy parte del ADN de la compañía.
Una propuesta de valor centrada en personas
Cuando se le pregunta por la esencia de JV Facility Services, Villaverde lo resume sin rodeos:
“Nuestra propuesta de valor es ofrecer un servicio igual o mejor que la competencia, pero siempre aportando valor diferencial a nuestros clientes y empleados”.
Para él, la ecuación es irrompible:
- sin equipo no hay servicio,
- sin cliente no hay empresa,
- y sin personas satisfechas, ninguno de los dos mundos funciona.
Ese enfoque explica por qué la compañía ha logrado consolidarse en un sector exigente y altamente competitivo.
Roig Arena: el reto de gestionar un icono de la ciudad
Uno de los hitos recientes de JV es convertirse en la empresa responsable de la limpieza del Roig Arena, el nuevo gran recinto multifuncional de Valencia. Para Villaverde, se trata de un orgullo y una responsabilidad:
“Tener un emblema de la ciudad como cliente hace que nos posicionemos en el mercado… y que nuestro equipo sienta orgullo”.
Pero la magnitud del proyecto viene acompañada de desafíos; como la alternancia constante de eventos, los picos masivos de afluencia y cambios radicales de uso en pocas horas (conciertos, baloncesto, montajes nocturnos).
Aquí, la palabra clave es agilidad.
“Tenemos que ser muy ágiles, tener mucho protocolo, mucho proceso… Hoy hay un concierto y mañana un montaje de básquet. Todo sucede de madrugada”.
El aprendizaje que deja la gestión de grandes eventos
El Roig Arena no es un salto al vacío. JV lleva años gestionando servicios de limpieza en eventos deportivos y grandes aforos: “Hemos llevado toda la Copa Davis en los últimos seis años, festivales de música… cualquier evento exige adaptabilidad y mucha agilidad”.
Esta experiencia, lejos de intimidar, ha reforzado su modelo: una empresa “no tan grande como las corporaciones, pero tampoco pequeña”, con la flexibilidad suficiente para adaptarse rápido y ejecutar con precisión.
Tecnología: transparencia, datos y control
Aunque la limpieza y el facility son sectores tradicionalmente manuales, Villaverde lo tiene claro:
“La tecnología juega un papel fundamental”.
En sus palabras:
“El cliente ya no solo quiere que esté limpio; quiere saber qué está pasando en el servicio.”
Y aquí aparece un punto crucial: la importancia del dato.
Para Villaverde, la capacidad de registrar, medir y analizar información será lo que transforme al sector en los próximos años. La digitalización, los sensores IoT y la trazabilidad permitirán tomar decisiones más rápidas y eficientes.
El futuro del facility management: datos, robótica y eficiencia
Cuando se le pregunta por las tendencias que marcarán el futuro del facility, Villaverde destaca tres ejes:
- Nuevas tecnologías, especialmente en robótica.
- Transparencia total para el cliente.
- Datos y más datos, como base para decidir.
“Tenemos que tener todos los datos, por mínimos que sean.”
La información, insiste, será el activo más importante para optimizar recursos y mejorar la calidad del servicio.
Un reto silencioso: el absentismo
Entre todas las tendencias del sector, hay una que Villaverde considera crítica: el absentismo laboral.
“Es un problema subyacente muy serio”, advierte. “Si sube demasiado, afecta a la cuenta de resultados y puede poner en riesgo la viabilidad de empresa”.
La receta que propone es contundente y humana: cercanía, seguimiento, reconocimiento y un liderazgo que trate a las personas “como personas”.
La parte humana: dignidad, orgullo y liderazgo
La conversación se vuelve más íntima cuando habla de su equipo:
“Lo que más me enorgullece es su esfuerzo diario… están siempre al pie del cañón en un sector difícil”.
Y añade algo que encapsula su visión de liderazgo:
“En este sector, las personas tienen que sentirse dignas. Los limpiadores tienen un nombre, una familia, una vida. Y debemos hacer que se sientan orgullosos de pertenecer a JV”.
Ese enfoque humano habla de una empresa que no solo presta servicios: reivindica el valor de una profesión que sostiene el funcionamiento de miles de espacios públicos y privados.
Para quien empieza: un consejo sin maquillaje
A los jóvenes que quieren entrar en el sector, Villaverde les da un consejo honesto:
“Que conozcan muy bien el sector, lo bueno y lo malo… y que se formen tanto en gestión empresarial como en gestión de personas”.
Porque, dice, el sector tiene días maravillosos… y días que no lo son tanto.
JV Facility Services hoy: una historia de crecimiento real
La entrevista termina con un mensaje:
“Somos una empresa que nació de cero y que hoy tiene más de 400 personas. Estamos creciendo, y lo que queremos es hacer de este sector un sector digno”.
En un mundo donde el facility management se transforma a gran velocidad, la historia de JV —y la visión de José Vicente — recuerdan algo fundamental: la tecnología importa, pero las personas importan más.
