El estado del mantenimiento: datos y tendencias que están marcando el futuro

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El mantenimiento ya no es solo una tarea operativa. Es una función estratégica que define la eficiencia, la seguridad y la rentabilidad de las organizaciones. Sin embargo, el sector atraviesa un momento de cambio profundo: nuevas tecnologías, presión por reducir costes, escasez de talento técnico y una creciente necesidad de sostenibilidad.

Para entender mejor esta transformación, en Fracttal hemos realizado el estudio El estado del mantenimiento 2025, basado en las respuestas de más de 3.500 profesionales de distintos países y sectores. El informe recoge una radiografía única del presente y el futuro del mantenimiento: cómo trabajan los equipos, qué retos enfrentan y qué tendencias marcarán los próximos años.

En este artículo encontrarás un resumen con los principales hallazgos del estudio. Una visión general para comprender hacia dónde evoluciona el mantenimiento y por qué digitalizarlo se ha vuelto una prioridad.

Si quieres profundizar en los datos y compararte con otras empresas del sector, puedes descargar el informe completo al final del artículo.

 

 

Una profesión en transformación: del papel a la nube

El mantenimiento vive una transición desigual. Mientras algunas organizaciones ya operan con sistemas digitales avanzados, otras siguen gestionando órdenes, checklists y reportes en papel o en hojas de cálculo.

Según el estudio, más de la mitad de los equipos aún dependen de métodos manuales, una práctica que limita la trazabilidad, ralentiza la comunicación y aumenta el riesgo de errores.

Esta brecha digital divide al sector entre quienes pueden anticipar fallos y optimizar recursos, y quienes solo reaccionan cuando ocurre una avería.

La diferencia no está solo en la tecnología, sino en la cultura de gestión. Las empresas que ya han migrado a soluciones en la nube reportan mayor control sobre los activos, mejor comunicación entre áreas y una reducción significativa de los tiempos de parada.

 

Como gestionan las empresas sus tareas de mantenimiento

 

Aun así, la digitalización sigue enfrentando resistencias. Las causas más citadas son la falta de presupuesto, la dificultad de integrar nuevos sistemas y la carencia de personal formado.

Superar estos obstáculos no es una opción: es una condición para mantener la competitividad. El mantenimiento conectado y basado en datos ya no es el futuro; es el presente de las organizaciones más eficientes.

De lo reactivo a lo predictivo: el salto hacia la anticipación

Durante años, el mantenimiento se entendió como una respuesta: algo que ocurre cuando algo falla. Hoy, esa mentalidad está cambiando. Cada vez más organizaciones dan el paso del mantenimiento reactivo al preventivo y, progresivamente, al predictivo, donde los datos y la tecnología permiten anticiparse a los problemas antes de que impacten en la operación.

En nuestro estudio, observamos una tendencia clara: aunque el mantenimiento preventivo sigue siendo el modelo dominante, el mantenimiento predictivo crece a gran velocidad. Los equipos que ya aplican estrategias basadas en sensores IoT y análisis de datos reportan reducciones significativas en averías no planificadas y costes de reparación, además de un aumento en la disponibilidad de los activos.

 

Estrategias de mantenimiento: las más aplicadas y las que están emergiendo

 

Este cambio no solo mejora los resultados, también transforma la cultura de trabajo. Pasar de lo reactivo a lo predictivo significa dejar atrás la urgencia constante y adoptar una gestión más planificada, eficiente y segura. La clave está en la información en tiempo real: cuanto antes se detecta una desviación, más fácil es intervenir sin detener la producción ni comprometer la seguridad.

Desde Fracttal, llevamos años impulsando este cambio. Creemos que anticiparse a un fallo es tan importante como resolverlo, y que la combinación de IoT, inteligencia artificial y mantenimiento basado en condición marca el camino hacia una nueva era. Una era donde el mantenimiento deja de ser un coste operativo y se convierte en una fuente directa de valor.

Planificación y liderazgo: el papel estratégico del mantenimiento

Una de las conclusiones más repetidas del estudio es clara: la falta de planificación sigue siendo uno de los principales puntos débiles en el mantenimiento. Muchos equipos trabajan bajo presión, gestionando averías urgentes o imprevistos que podrían haberse evitado con una planificación más rigurosa. Esto no solo eleva los costes, también reduce la vida útil de los activos y genera un desgaste constante en los equipos técnicos.

El mantenimiento planificado no es una tarea administrativa, es una decisión estratégica. Requiere visión, liderazgo y la capacidad de conectar las operaciones diarias con los objetivos globales de la organización.

Cuando la dirección asume que el mantenimiento es parte esencial de la productividad, se toman mejores decisiones: se asignan recursos con criterio, se priorizan inversiones y se trabaja con una visión de largo plazo.

En Fracttal lo vemos cada día. Las organizaciones que integran el mantenimiento en su planificación corporativa logran reducir hasta un 30 % las intervenciones no planificadas, mejoran la coordinación entre áreas y avanzan hacia una cultura preventiva.

 

 

Por eso insistimos en que el mantenimiento no debe gestionarse en aislamiento. Tiene que estar alineado con operaciones, finanzas, seguridad y sostenibilidad. Solo así se convierte en un motor real de eficiencia y continuidad.

La profesionalización del mantenimiento empieza por reconocer su valor estratégico. Y ese cambio de mentalidad, más que tecnológico, es de liderazgo.

Datos, medición y mejora continua

No se puede mejorar lo que no se mide. Y sin datos, el mantenimiento sigue siendo reactivo, incluso cuando parece planificado.

En nuestro estudio, una cifra lo deja claro: casi la mitad de las organizaciones no mide indicadores clave como el OEE (Overall Equipment Effectiveness) o el MTTR (Mean Time to Repair). Sin esta información, resulta imposible evaluar el rendimiento real de los activos, justificar inversiones o identificar oportunidades de mejora.

La digitalización ha abierto la puerta a una nueva forma de gestionar el mantenimiento: basada en datos y evidencia. Cada orden ejecutada, cada lectura de un sensor y cada intervención registrada se convierten en información valiosa para tomar decisiones más precisas y rápidas. Cuando los datos están centralizados y accesibles, los equipos pueden priorizar tareas, optimizar recursos y demostrar con números el impacto de su trabajo.

 

Cuantas empresas miden sus indicadores de mantenimiento

 

En Fracttal creemos que los datos son el lenguaje del mantenimiento moderno. Por eso desarrollamos herramientas que permiten visualizar en tiempo real el estado de los activos, controlar KPIs operativos y automatizar reportes sin esfuerzo. Nuestro objetivo es que los equipos de mantenimiento dejen atrás la intuición y trabajen con indicadores que reflejen la realidad de su operación.

Medir no es solo registrar. Es aprender, comparar y evolucionar. La mejora continua empieza cuando el mantenimiento se convierte en una disciplina basada en datos y no en reacciones.

La formación como motor del cambio

La tecnología puede transformar el mantenimiento, pero sin personas formadas, esa transformación nunca ocurre.
En nuestro estudio, detectamos que muchas empresas reconocen la importancia de la digitalización, pero al mismo tiempo subestiman el papel de la formación continua. Solo una minoría identifica la falta de capacitación como su principal obstáculo, aunque los datos demuestran que esta brecha de conocimiento frena la adopción tecnológica y reduce el retorno de las inversiones.

El mantenimiento digital exige nuevas competencias: gestión de software, interpretación de datos, trabajo con sensores IoT y colaboración en entornos conectados. Cuando los técnicos no reciben la formación adecuada, la tecnología se percibe como una carga, no como una ayuda.

En Fracttal lo vemos con claridad: la adopción tecnológica más exitosa ocurre cuando los equipos entienden el porqué detrás de cada cambio. Por eso acompañamos a nuestros clientes con procesos de onboarding, formación práctica y soporte continuo, asegurando que cada usuario aproveche al máximo las herramientas.

La profesionalización del mantenimiento no depende solo del presupuesto o del software, sino de la capacidad de aprender y evolucionar. Invertir en conocimiento técnico es invertir en autonomía, seguridad y eficiencia.

El futuro del mantenimiento será tan digital como humano. Y la diferencia entre avanzar o quedarse atrás dependerá, en gran parte, del nivel de preparación de las personas que lo hacen posible.

Inteligencia artificial y futuro del mantenimiento

La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa. Ya está transformando la forma en que las empresas gestionan sus activos y toman decisiones.

En nuestro estudio, una parte creciente de los participantes afirma estar explorando o implementando soluciones basadas en IA para analizar datos, anticipar fallos y optimizar la planificación. Sin embargo, todavía existe una brecha entre el interés y la adopción real.

 

El uso de la IA en mantenimiento

 

Las principales barreras son conocidas: falta de personal especializado, resistencia al cambio y desconocimiento sobre cómo empezar.

Aun así, la dirección es clara: la IA será una herramienta esencial en el mantenimiento del futuro. Permitirá predecir averías con mayor precisión, automatizar tareas repetitivas y liberar tiempo para actividades de mayor valor, como la mejora continua o la planificación estratégica.

En Fracttal llevamos años integrando inteligencia artificial en nuestras soluciones. Con Fracttal AI, ayudamos a los equipos a interpretar patrones, detectar anomalías y actuar antes de que ocurra un fallo. Nuestro objetivo no es sustituir la experiencia humana, sino potenciarla con datos y predicción, para que las decisiones sean más rápidas, seguras y rentables.

El mantenimiento del futuro no dependerá solo de sensores o algoritmos, sino de la capacidad de combinar inteligencia humana y artificial.

Las organizaciones que adopten este enfoque híbrido serán las que logren mantener su operación bajo control y convertir la información en ventaja competitiva.

Hacia un mantenimiento más eficiente, conectado y humano

El mantenimiento vive uno de los momentos más decisivos de su historia. La digitalización, la inteligencia artificial y la presión por ser más sostenibles están redefiniendo cómo operan las organizaciones.

Ya no basta con reparar: hay que prevenir, medir y anticipar. Y, sobre todo, hay que entender el mantenimiento como un motor estratégico que impulsa la productividad, la seguridad y la rentabilidad.

El estudio El estado del mantenimiento nos ha permitido ver con claridad el punto en el que estamos. Hemos analizado datos de miles de profesionales de todo el mundo que confirman algo esencial: las empresas que invierten en tecnología, datos y formación son las que lideran el cambio.

Las empresas que siguen dependiendo del papel y la reacción corren el riesgo de quedarse atrás.

En Fracttal creemos que el futuro del mantenimiento será digital, predictivo y colaborativo. Un futuro donde los equipos trabajen conectados, los datos hablen por sí mismos y la inteligencia artificial actúe como aliada, no como sustituto.

Nuestro compromiso es acompañar a las organizaciones en ese camino, ayudándolas a hacer del mantenimiento una ventaja competitiva real.

Descubre todos los datos, gráficos y conclusiones en el informe completo.

Descarga “El estado del mantenimiento 2025” y conoce cómo evoluciona el sector y qué están haciendo las empresas líderes para mantenerse un paso por delante.

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