"La crisis es una oportunidad que cabalga en un viento peligroso"
(proverbio chino)
Durante estos días de incertidumbre mundial, con noticias que cambian a diario sobre el Covid-19 y su gravedad, las empresas en todos los sectores deben tener en mente el mensaje de este proverbio. Si bien estamos viviendo la cancelación de reuniones y eventos de negocios, junto con restricciones cada vez más severas de "distanciamiento social" con respecto al movimiento y el intercambio en espacios públicos, no significa que la innovación en las empresas debe pasar a segundo plano.
Para los protagonistas de esta economía de la innovación, el impacto de las cuarentenas, la congelación de viajes y la cancelación de eventos lo sentirán como un ataque cardíaco. Aquellos que cabalguen el viento se recuperarán, otros nunca lo harán.
¿Necesitas un ejemplo real? Bill Ford Jr., el presidente ejecutivo de Ford, trabajó durante varios años sin mucho éxito para tratar de enfocar la compañía en la fabricación de automóviles, en lugar de verse inmerso en políticas y luchas internas. Luego, cuando la recesión golpeó en 2006, Bill Ford tuvo que convencer a los miembros de su familia que controlaban casi el 40% de las acciones con derecho a voto, permitir ofrecer el óvalo azul de Ford como garantía a los bancos para recibir un paquete de financiamiento y ayudar a la compañía a sobrevivir. Salvar el legado se volvió más importante que la política interna que había plagado a la compañía en el pasado. Esta decisión, creó un renovado sentido de enfoque y disposición a asumir riesgos que le permitieron a la compañía romper décadas de barreras y hacer cambios reales.
Ford es un excelente ejemplo de cómo una crisis también puede ser un acelerador y catalizador de la innovación. Crea un entorno que, en circunstancias normales, es casi imposible de replicar sin la eliminación de barreras mentales/burocráticas, antiquísimas y tradicionales.
En la actualidad, si hay 2 columnas de "bien" y "mal" en términos de cómo el brote del Covid-19 afecta a las empresas que están tratando de crecer, casi todas entran en la columna “mal”.
Los sitios de viajes como Kayak y TripAdvisor, encabezan la lista de aquellos que tendrán dificultades durante un período impredecible mientras la población se quede en casa. Muchos servicios de entrega de alimentos que se centran en el consumo en la oficina, probablemente verán sus ingresos mermarse a medida que muchos lugares de trabajo se oscurezcan.
Sin embargo, la pandemia ha aumentado el interés en compañías especializadas en robots, drones e inteligencia artificial. Estas tecnologías pueden ayudar a lidiar con la escasez masiva de personal en la salud, la fabricación y las cadenas de suministro; la necesidad de "distanciamiento social"; así como el diagnóstico y tratamiento a distancia.
Si bien es difícil predecir lo que significará esta situación actual a largo plazo, indudablemente obligará a la mayoría de las empresas a repensar seriamente sus operaciones. Según ABI Research, esto incluye abrazar radicalmente las inversiones tecnológicas.
“Para efectuar el cambio, debe haber una estimulación de una magnitud tal que las empresas no pueden hacer nada más que tomar decisiones audaces para sobrevivir. El COVID-19 es de esa magnitud”, explica el Director de Investigación de ABI, Stuart Carlaw.
Las decisiones audaces y las inversiones tecnológicas podrían conducir a resultados que incluyen un movimiento más concertado y generalizado hacia nuevas metodologías de manufactura, manejo autónomo de materiales y delivery, una cadena de suministro más integrada, diversa y coordinada; inversión en ciudades inteligentes para apoyar la resiliencia comunitaria y cambio a espacios de trabajo y prácticas virtuales.
No hay duda de que el virus es un shock terrible para la economía global, así como para las miles de personas y familias a las que ha afectado. En el corto plazo, las empresas deben garantizar que la salud y la seguridad de sus trabajadores, socios y proveedores sean lo primero. A largo plazo, el Covid-19 ha cambiado irrevocablemente la forma en que las empresas competirán en la próxima década.
Esta crisis causará muchas dificultades, pero también creará oportunidades para la innovación en muchas industrias. Es hora de que las personas asuman más riesgos, se concentren en lo que realmente importa y aprovechen una oportunidad de liderar.
Cuando se trata de innovación, nunca se debe dejar que las crisis se desperdicien.
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